Una opinión sobre la persona del año de Time: "El mundo está escuchando".

Escrito por Aja Gair

El impulso de The Silence Breakers, nombrada Persona del Año por Time la semana pasada, está contribuyendo a las emociones que estoy ordenando hoy, y ayer, y durante meses. Es un reconocimiento a los cientos de historias de violaciones, acoso sexual y agresiones sexuales que están saliendo a la luz rápidamente, en titulares y noticias de todo el mundo.

Estoy enfadado. Estoy aliviado. Estoy frustrado hasta las lágrimas. Me animan las muestras de unidad. Tengo la esperanza de que la marea esté cambiando; las normas podrían estar cambiando. Tengo miedo.

Hace dos noches, en el aparcamiento bajo la Biblioteca Central de Austin, marqué el 911 en mi teléfono, listo para pulsar "enviar" mientras me dirigía a mi coche. Esto es algo que he hecho desde que tuve mi primer teléfono móvil a los 20 años. Estoy constantemente atento.

He leído "The Silence Breakers" tres veces ya, abriendo el texto que subyace a cada foto incrustada a lo largo del artículo, considerando las historias de estos valientes individuos, así como las consistencias y diferencias entre ellos.

El examen del poder y de cómo lo explotan los agresores de estas mujeres (en su mayoría), y el reconocimiento de las vulnerabilidades particulares que experimentan muchas supervivientes -racismo, pobreza e identidad de género entre ellas- está bien hecho.

Tarana Burke, la activista fundadora de #metoo, que está notablemente ausente en la imagen de portada de Time, ha dicho: "No se trata de una campaña viral... se trata de un movimiento". Y realmente puedo sentir que se trata de un movimiento.

Esta energía se está extendiendo entre los supervivientes, en las oficinas, en ciudades enteras y en todos los continentes. Cada día salen a la luz más historias, algunas de las cuales surgieron en la capital de Texas hace apenas unas noches. Es un momento abrumador, energizante, agotador e importante.

Hablar del acoso, el abuso o la agresión sexual es sacar a la luz una experiencia personal y traumática, donde probablemente se la analizará y examinará. Es un acto radical. Creer también puede ser un acto radical.

Es 11 de diciembre de 2017 y estoy ordenando una serie de emociones, sabiendo que es un momento para seguir avanzando, hablando, creyendo.

Como se nos recuerda al cierre del artículo de la Persona del Año, "el mundo está escuchando".