sanación del maltrato infantil requiere amor y cuidados
Escrito por SAFEA veces los bebés nacen en situaciones traumáticas que pueden afectar permanentemente a su desarrollo, pero hay esperanza.
La historia de Sophie
Cuando Sophie nació, su padre impedía que su madre la consolara cuando lloraba. Por lo que sabemos, lo más probable es que su padre sufriera abandono o malos tratos durante su propia educación. Era incapaz de permitir que la madre de Sophie proporcionara a su hija el consuelo, la atención y el amor que necesitaba.
En su lugar, eligió enseñar a su bebé que no estaba a salvo, que no merecía la seguridad y el amor de sus padres.
Sin embargo, la madre de Sophie sabía lo que su bebé necesitaba y sabía que tenían que marcharse. Así que intentó escapar con la ayuda de una amiga cuando Sophie tenía dos años. Su padre apareció y, delante de Sophie, mató a la amiga de su madre.
Los niños que sufren traumas o abusos en el hogar se enfrentan a consecuencias negativas, como el embarazo adolescente, el suicidio y el abuso de sustancias, en tasas mucho más altas que sus compañeros. Experimentar acontecimientos traumáticos de pequeños puede alterar su cerebro en crecimiento. Por eso, cuando niños como Sophie llegan a nuestros centros, sentimos la urgencia de empezar a reparar esos daños.
Cuando la pequeña Sophie llegó a nuestro refugio familiar con su madre después del incidente, estaba inconsolable. A lo largo del día rompía a llorar con frecuencia y se negaba a que nadie la cogiera en brazos o la consolara. Cualquier pequeño contratiempo podía desencadenar una violenta rabieta que podía durar horas.
El personal de SAFE empezó a prestarle atención y cuidados de forma constante, sabiendo que el cerebro de Sophie tardaría algún tiempo en entender que estaba a salvo y que la querían. Sophie tiene ahora 3 años y lleva unos meses en SAFE, y estamos empezando a ver algunos cambios. La semana pasada, después de casi un año de cuidados constantes y compasivos, un niño pequeño le cogió los bloques con los que estaba jugando. Sophie se encogió de hombros.
Era una cosa tan pequeña, algo que podría no ser gran cosa para otro niño. Pero para Sophie, que antes de venir a SAFE había sufrido negligencias y traumas, es algo extraordinario. Es señal de que empieza a sentirse segura, de que sabe que habrá otros bloques, otros juguetes, otro amor y otros cuidados.
Los niños como Sophie merecen sentirse seguros y queridos, y SAFE se siente muy honrada de poder ayudar a niños como ella a salir del ciclo de abusos que tan fácilmente puede arruinarles la vida.